El término “Construcción Sostenible” es cada vez más familiar para todos. Ha dejado de ser solo para expertos, pudiendo todos aplicar la sostenibilidad en nuestro día a día con algo de sentido común.  Por algo seguimos en este planeta en un ejercicio de ingenio y adaptación.

De esta forma, si respetamos los procesos de la naturaleza en la forma en que ha evolucionado, nuestra actividad tendrá un menor impacto.

De hecho, nuestra construcción puede aportar a este objetivo de estas 5 formas sencillas y económicas:

1. Diseñar pensando en el entorno

  • En climas cálidos y húmedos, una buena orientación de la vivienda ayuda a aprovechar la ventilación natural y reducir la exposición a la radiación solar de los espacios habitables.  Con esto, se depende menos de los equipos mecánicos de ventilación y acondicionamiento de aire, reduciendo su tamaño y consumo.  ¿Recuerda cuando las abuelas y las tías de la Costa decían lo fresca que era la casa porque tenía techos altos, o porque no le “pegaba” el sol de la tarde?

2. Aprovechar las fuentes de agua alternativas

  • Uso de agua lluvia (o agua residual tratada de duchas, lavamanos y lavadoras) para bajar los sanitarios y regar los jardines.  Ya que el agua potable es un recurso que se está agotando rápidamente, tiene sentido obtener agua de cualquier fuente para usos diferentes al consumo humano.  ¿Para qué usarla impulsando desechos y manteniendo jardines?  Además, para los jardines no hay nada mejor que agua con carga orgánica y química.

3. Reducir el consumo eléctrico

  • Uso de bombillos y electrodomésticos ahorradores no solo consume menos energía, sino que reduce la capacidad instalada del sistema, ahorrando en cableado y accesorios.  Esto también facilita la instalación de sistemas solares, ya que se ajustan mejor a la capacidad de generación aun reducida de estos sistemas hoy en día.

4. Usar materiales de forma eficiente

  • Reciclaje: hoy está de moda el concepto de reciclar y reutilizar.  Pero antes se hacía más por fuerza que por moda, cuando el lechero se llevaba el envase viejo y traía uno nuevo.  ¿Se ha puesto a pensar cuanto se le paga al camión de la basura por llevar nuestros desechos al botadero?  En realidad, ¿cuánto vale transportar cada bolsa de basura?  Una cooperativa de reciclaje puede dar nuevo uso al material reciclado, sacar provecho y nosotros nos ahorramos la disposición final en un botadero, que sobra decirlo, tiene impactos en el ambiente.

5. Usar materiales locales

  • Uso de materiales de la zona de influencia del proyecto.  ¿Alguna vez se ha puesto a pensar en el recorrido que hizo esa mesa de comedor tan económica que compro en un almacén de cadena y que dice “Hecho en China”? ¿Todos los recursos que debieron consumirse para que la mesa llegara hasta su casa?  Al comprar local, no solo se reduce el impacto negativo asociado al transporte, sino que hay un impacto positivo en la zona al generar empleo y apoyar el emprendimiento.

Esto es solo una muestra de lo lejos que se puede llegar con pequeñas acciones del día a día.  Lo más importante es tener consciencia de nuestros hábitos de consumo, y decidir inteligentemente

 

 

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